¿Es bueno hablar con tu perro? Depende

¿Es bueno hablar con tu perro? Depende

¿Es bueno hablar con tu perro? Depende

A muchos les sorprenderá el título porque en dogminancia.com estamos convencidos de que un altísimo porcentaje de los perros que nos rodean sufren nuestra verborrea y que hacer el esfuerzo por hablarles menos y mejor puede ayudarles mucho más de lo que pensamos. Es por ello que en su día escribimos esta publicación sobre la importancia del silencio cuando nos relacionamos con perros.

Pero claro, a pesar de que muchas veces nos recriminan que escribimos textos demasiado largos, es imposible decir todo lo que se piensa en una entrada, igual que es imposible conseguir plasmar exactamente lo que se tiene en la cabeza y/o conseguir que la gente capte esa idea a la perfección. Por ello (y porque escuchamos frases del tipo “vosotros si que les habláis”, “mi perro lo entiende todo y es mas listo que muchas personas” o “¿no le puedo hablar nunca?” hemos decidido escribir esta publicación que, realmente, es complementaria a la que escribimos anteriormente (recomendamos leer la primera previamente).

Podemos contar por centenares o por miles los comentarios que recibimos en las redes sociales diciendo que sus perros entienden lo que ellos les dicen o frases similares. Es evidente que los perros “hablan un idioma” distinto al nuestro por lo que presuponer que nos entienden cuando hablamos ya es un mal punto de partida.

Eso sí, los perros son grandes observadores y son muy buenos realizando asociaciones por lo que, por supuesto, son capaces de saber que cuando decimos determinadas palabras queremos que hagan algo o de “adivinar” la acción que viene después de lo que decimos. Pero eso no quiere decir que entiendan lo que les decimos. De hecho, normalmente asocian mucho mejor los gestos y las acciones (y las secuencias de estas) que las palabras hasta el punto de que mucha gente se sorprende de que su perro sepa que van a hacer algo antes de que ellos mismos sean conscientes (por movernos de determinada manera, llevar puesta determinada ropa, ir hacia una parte determinada de la casa, por nuestra expresión facial, etc).

Muchos dirán: que los perros no “hablen nuestro idioma” no tiene por qué implicar que hablarles sea malo para ellos. Efectivamente, así es, pero imaginaros que de repente aterrizáis en un país extranjero en el que hablan un idioma que no entendéis y todo el mundo se dirige a vosotros dando por hecho que si que lo entendéis. Solo pensarlo, agobia.

Ahora imaginaos que además estáis muy estresados y os veis en esa situación día tras día. Imaginad que, además, a veces esas personas se enfadan con vosotros por no entenderles y os hablan más alto, con peor tono, mientras seguís sin entender nada, a la vez que empezáis a percibir que el entorno se vuelve más hostil… No es difícil darse cuenta de que vuestro estrés subirá, igual que lo hace el de vuestros perros…

Y seguro que aquí también muchos pensarán que todo lo que hemos dicho está muy bien pero que a los perros les estresan muchas cosas y ésta solo es una de ellas. Así es; el que hablemos constantemente a nuestros perros solo es un estresor más de los muchos que les rodean en el día a día, pero también es uno de los más frecuentes y de los más fáciles de reducir o eliminar…

Y otros muchos estarán diciendo ahora: habéis dicho que vosotros también habláis a vuestros perros ¿no es un poco contradictorio? No. Ese es el motivo por el que queríamos escribir esta publicación. Las cosas no tienen por qué ser blancas o negras. Se trata de comunicación:

Como decíamos al principio de la publicación, los perros nos observan constantemente y son mas que capaces de aprender y establecer asociaciones. Si hacemos el esfuerzo de hablarles de tal forma que entiendan lo que les queremos transmitir, si no les hablamos por hablarles, sino con la intención de comunicarnos con ellos, no solo no será perjudicial que les hablemos, sino que será muy beneficioso. Para ello deberíamos aprender a hacerlo y tener presente que no entienden lo que les decimos y que el contexto, el tono, nuestros gestos, serán fundamentales para que comprendan lo que queremos transmitirles.

En resumen ¿es bueno hablar a los perros? Depende. Depende de cómo y cuánto lo hagamos. Si lo hacemos bien, nos estaremos comunicando y, por lo tanto, mejoraremos la relación con nuestro perro, consiguiendo, entre otras cosas, que éste será capaz de saber cuando le estamos pidiendo algo, cuando solo le estamos dando cariño etc. Si lo hacemos mal, sin duda, elevaremos aún más su nivel de estrés y con ello sus/nuestros problemas. Desde luego, en nuestra opinión y especialmente con perros con problemas y/o estresados, ante la duda y mientras no aprendamos a comunicarnos mejor con nuestro perro, mejor reducirlo al máximo, hacerlo con buen tono, volumen bajo, etc. Nuestro perro lo agradecerá y, aunque no nos demos cuenta, nosotros también.

Y recuerda lo más importante… ¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!

Puedes ver todas nuestras publicaciones siguiendo este enlace.

Ramsés, el abuelete de la foto, está esperando que alguien le dé la oportunidad de demostrar lo buen perro que es. Si quieres darle la oportunidad que se merece, puedes ponerte en contacto con Hoope.org:

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