Dominancia, sumisión, agresividad, estrés, hiperactividad, nerviosismo, problemas de conducta, ansiedad por separación, inefectividad de la llamada o de otras “órdenes”, falta de “obediencia”, mi perro es reactivo o tiene una mala socialización…, etc. Un gran número de personas identifica este tipo de problemas en su perro y “sufre” en lugar de disfrutar de su relación con él. En muchas ocasiones la solución es mucho mas fácil de lo que parece. Muchas veces, incluso, no existe el problema que pensamos y solo se trata de una falta de entendimiento o de una mala forma relacionarnos y de entender a nuestro perro. Así nos lo enseñó Gara.
Guía-para-Adoptantes-de-Perros-Dogminancia
Gara solo estuvo dos años y dos meses con nosotros pero desde el principio supe que era una perra especial.
Desde el primer segundo, se estableció un vínculo muy bonito entre nosotros y a pesar de que, seguramente, nuestra torpeza debilitó este vínculo durante unos meses, volvió con mas fuerza que nunca para quedarse para siempre.
Ella, directa o indirectamente, nos lo enseñó todo sobre los perros, los humanos y los problemas de entendimiento que se repiten una y otra vez en las relaciones entre ambos.
Gara nos dio fuerza para formarnos, investigar y emprender este proyecto y ella lo guiará hacia donde quiera, como siempre hizo en vida, pero estamos seguro de que lo hará con una línea muy clara:
El perro manda, esa es la filosofía de Dogminancia. Hay que observarles, cubrir sus necesidades, dedicarles el tiempo necesario, etc. Ellos se esfuerzan constantemente en entendernos y comunicarse con nosotros y cuando nosotros ponemos el mismo empeño, el vínculo que se crea hace que disfrutes de tu perro como nunca habías imaginado.
Consulta nuestro apartado Publicaciones, siguiendo este enlace, si quieres aprender a relacionarte mejor con tu perro.
Muchos dicen que querer a un perro es humanizarle pero yo creo que es justo al revés y que al recordarte y pensar en que lo cambiaría todo por tenerte de nuevo junto a mi, al sentir este dolor en el pecho o intentar contener las lágrimas que resbalan por mis mejillas, no te estoy humanizando ni soy una persona débil, un loco animalista sin nadie más a quien querer o un tonto que no es capaz de tratar a los perros como las bestias que realmente son; soy solo una persona que se volvió un poco más humana al aprender cada día de ti, al ser capaz de valorar y agradecer todos esos momentos que un día compartiste conmigo.