
Hace ya unos años que escribimos sobre la necesidad de proteger a nuestros perros de todas esas situaciones que no saben gestionar, les hacen daño o no pueden soportar. Esta vez nos vamos a centrar en los perros con miedo, que son muchos más de los que pensamos y, además, suelen ser unos grandes incomprendidos…
Todavía hay un gran número de profesionales que dicen cosas como “no se puede meter a los perros en una burbuja”, “si les proteges nunca van a tener las herramientas necesarias para adaptarse a la vida real”, “es el perro el que se tiene que adaptar al entorno y no el entorno a él”… y que, cuando escuchan hablar de lo necesario que es proteger a los perros que tienen miedo y ayudarles a adaptarse a este mundo hostil en el que les ha tocado vivir, dan la sensación de estar escuchando historias sobre elfos, dragones y unicornios…
Es curioso, porque cuando los perros tienen problemas físicos, sí que todo el mundo parece tener claro que hay que protegerles y resolver estos problemas con toda la progresividad necesaria. Por ejemplo, si nuestro perro se rompe un ligamento, al principio nos dirán que procuremos que el perro se mueva lo menos posible para que posteriormente vayamos incrementando los minutos de paseo, después le dejemos trotar… así hasta que el perro pueda correr y hacer una vida “normal” (llama la atención que cuando un perro ha tenido problemas físicos graves todo el mundo tiende a tenerlos siempre presentes, incluso después de que “hayan sido solucionados”, mientras que cuando un perro tiene miedo nos cuesta reconocerlo y tenerlo en cuenta, antes durante y después…)
Sin embargo, a muchos les parece ciencia ficción aplicar esa misma progresividad (que será mayor o menor en función de la evolución del perro) a los perros con miedo… El problema es que, igual que pasa con los problemas físicos, saltarse pasos sin estar preparados implicará volver hacia atrás, dificultará aún más el tratamiento e, incluso, muchas veces, generará nuevos problemas…
Los perros con miedo normalmente necesitan que, en un primer momento, les protejamos lo máximo posible, “fabricándoles un traje a medida” que necesitaremos adaptar constantemente, según vayan evolucionando.
Es una fórmula “infalible” que podemos demostrar ante cualquier escéptico: haces un plan específico y personalizado (para reducir el estrés, exponerle gradualmente a eso que le da miedo, subir su autoestima, mejorar su percepción del entorno, etc.) y lo vas adaptando en función de la evolución del perro y todo lo que te vayas encontrando por el camino. No hay magia, ni trampa, ni cartón… simplemente funciona (evidentemente, habrá perros que necesiten más progresividad que otros, entornos en los que todo sea mucho más difícil, etc. pero en todos los casos se puede mejorar: todo dependerá de la calidad del plan que diseñemos y de cómo lo ejecutemos, vayamos adaptando, etc.).
Como siempre que hablamos de perros, también es necesario apelar a la empatía de la personas para entender bien el problema ¿que siente el perro? ¿ese miedo le paraliza ¿está deseando hacerlo a pesar de todo? ¿cómo me sentiría yo en su situación? Si yo tengo miedo a algo ¿lo puedo afrontar mejor en unas condiciones que me sobrepasan o en unas en las que puedo enfrentarme a ello de una forma más amable?
Nos parece tan obvio que nos sorprende que haya tanta gente que lo discuta y, más aún, que muchos de ellos se vendan como educadores caninos en positivo, amables, respetuosos… Positivo, amable y respetuoso es tratar a los perros sin prisas, desde el conocimiento, la empatía, la consideración, etc. Vender otra cosa sí que nos suena a historias sobre elfos, dragones y unicornios…
Y recuerda lo más importante… ¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!
Puedes ver todas nuestras publicaciones siguiendo este enlace.
Bahía, la orejotas de la foto, es una de esas perras en las que a las personas les cuesta reconocer el miedo y sigue buscando un hogar desesperadamente. Si quieres darle una oportunidad, puedes ponerte en contacto con Hoope.org:
- Si quieres adoptar o acoger a uno de sus animales (http://hoope.org/adoptar/), escribe a cpa.torrejon@hoope.org poniendo en el concepto “nombre del animal”
- A partir de 10€ al mes puedes apadrinar http://hoope.org/padrinos/
- Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte teamer: ok https://www.teaming.net/asociacionprotectoradeanimaleshoope
- A partir de 6€ al mes puedes hacerte socio: http://hoope.org/es/alta-socios/
- Si quieres realizar un donativo puedes hacerlo en:> BANCO SABADELL: ES74 0081 7126 3800 0124 8130 > PAYPAL: info@hoope.org