
Me dicen muchas veces ”no es nada más que un perro” y siempre pienso que tienen parte de razón: no es nada mas (y nada menos) que un perro, aunque para mi esta frase no tiene, ni mucho menos, el sentido despectivo que muchas veces le quieren dar…
No es nada más que un perro que me recibe cada día como si llevase una vida entera sin verme, sin importarle si he tenido un buen o un mal día o si he sido mejor o peor persona; sin pedir nada a cambio y acogiendo cada sonrisa, mirada o caricia como si fuese lo mejor que le haya pasado en la vida.
No es nada más que un perro que me enseña a cada instante que no importa el pasado ni, tampoco, el futuro; lo que verdaderamente importa es el hueso que te ha tocado roer en ese momento, el charco en el que te metes, aún sabiendo que acabarás empapado o la carrera que empiezas a pesar de saber que no podrás parar hasta quedar sin aliento.
No es nada mas que un perro que me enseñó que una relación de dominancia y sumisión es una relación condenada al fracaso pero una relación basada en el respeto y la confianza es una relación para toda la vida.
No es nada mas que un perro que me ha enseñado que los gestos, los silencios y las miradas dicen mucho mas que las palabras, que las relaciones son mucho mas bonitas cuando no importa el que dirán, de donde vienes o cuantas cosas posees y que es posible mantener relaciones sinceras, carentes de intereses, egos e hipocresías.
No es nada mas que un perro que me enseñó que el estrés y el miedo pueden romperte poco a poco, ahogando lo que realmente eres hasta hacerte perder cualquier esperanza, pero también me enseñó que la solución puede ser mucho mas fácil de lo que parece y que con pequeños cambios, un poco de ayuda y valentía uno mismo puede llegar a cambiarlo todo.
No es nada mas que un perro que me enseñó que una buena comunicación es capaz de resolver cualquier conflicto y que la agresividad y la violencia no son mas que síntomas de que algo en nuestro entorno o en nosotros mismos no funciona como debería.
No es nada mas que un perro que me enseñó a agradecer cada pequeño detalle y a perdonar y olvidar las pequeñas ofensas del día a día, a dar segundas y terceras oportunidades y a esperar siempre lo mejor de cada persona, aunque a veces duela y sea mucho más fácil sacar a la persona menos perra que llevo dentro.
No es nada mas que un perro que me enseño lo bonito y lo fugaz de la vida, lo efímero de la belleza y lo rápido que se pueden perder los momentos mágicos y los buenos amigos; la importancia de tener esto siempre presente, de valorarlo y disfrutar cada momento, de no esperar a que sea demasiado tarde, tanto que echarlo de menos sea lo único que te quede.
Sí, es cierto. No es nada mas que un perro. Un perro que me enseñó muchas cosas que se suponía que ya debería saber como humano y otras que ni me imaginaba que como tal debería saber… No es nada mas (y nada menos) que eso: UN PERRO.
Así que recuerda lo mas importante…. ¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!
En este enlace puedes consultar todas nuestras publicaciones.
Lebron, el perro de la fotografía, no es nada más que un perro que está deseando demostrarte que adoptarle es lo mejor que te puede pasar en la vida.
Si quieres darle la oportunidad que se merece puedes ponerte en contacto con Hoope:
- Si quieres adoptar o acoger a uno de sus animales (http://hoope.org/adoptar/), escribe a cpa.torrejon@hoope.org poniendo en el concepto “nombre del animal”
- A partir de 10€ al mes puedes apadrinar http://hoope.org/padrinos/
- Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte teamer: https://www.teaming.net/asociacionprotectoradeanimaleshoope
- A partir de 6€ al mes puedes hacerte socio: http://hoope.org/es/alta-socios/
- Si quieres realizar un donativo puedes hacerlo en:
> BANCO SABADELL: ES74 0081 7126 3800 0124 8130
> ING DIRECT: ES87 1465 0100 9719 0022 3223
> PAYPAL: info@hoope.org