Los perros deben ir con correa ¿o no?

Los perros deben ir con correa

Los perros deben ir con correa ¿o no?

En la calle los perros deben ir con correa. Es algo que casi todos tenemos asumido, pero ¿realmente debería ser así?

En la última publicación hablábamos de los tirones de correa y de las malas consecuencias que estos tenían en la salud del perro, en su comportamiento, nuestra relación con ellos, etc. También hablábamos de la dificultad que supone para los perros pasear con correa, pero si no fuese obligatorio llevarles con ella nos ahorraríamos todos esos problemas de un plumazo ¿o no?

¿Cuáles son los motivos por los que los perros pasean con correa?

El primer motivo por el que hace miles de años se empezó a usar “correas” con los perros fue para controlarlos, limitando la libertad de movimientos que tenían hasta entonces, a pesar de llevar miles de años conviviendo con los humanos. Se han encontrado evidencias de que, ya en aquellos años, las personas decidieron que a los perros era mejor tenerlos bajo control y la forma que eligieron fue atándoles a una cuerda…

Poco a poco y al mismo tiempo que las personas fueron dándose cuenta de las múltiples funciones para las que podían utilizar a los perros, se empezaron a usar las correas para dirigirles/obligarles a hacer cosas y para garantizar la seguridad de las personas.

Y en último término, ya en la época moderna, las correas se han utilizado también para garantizar la seguridad de los perros (evitar atripellos , posibles peleas con otros perros, etc.)

¿Tiene sentido hoy en día seguir utilizándola?

Sí, pero ¿de forma obligatoria y en todos los casos? No lo creemos (y somos conscientes de que mucha gente que nos respeta y nos tiene cariño ahora mismo se estará echando las manos a la cabeza pero una vez más tenemos que ser honestos con nosotros mismos y decir lo que pensamos, por mucho que no sea la opinión mayoritaria… ).

No creemos que necesitemos tener más controlados a nuestros perros de lo que ya lo están por el simple hecho de convivir con nosotros. Recordemos que la mayor parte de los perros que hay en el mundo son perros de compañía que han nacido entre nosotros y que no tienen ninguna necesidad ni deseo de escaparse de nuestro lado. De hecho, ese exceso de control es parte importante de muchos de los problemas que tenemos con nuestros perros.

Como decíamos en la publicación anterior hay muchas y mejores formas de comunicarse con nuestros perros que mediante tirones de correa por lo que esa necesidad de dirigirles/obligarles a hacer cosas tampoco nos parece que justifique la obligatoriedad de llevar a los perros con correa. Es más, este uso de la correa que hacemos para dirigirles/obligarles a hacer cosas, habitualmente, también suele ser parte del problema, en lugar de la solución.

Y ahora entramos en la parte más peliaguda: la seguridad de perros y personas. Esta es la que si que nos parece que justifica sobradamente que todavía hoy usemos correas con nuestros perros, pero no pensamos que en ningún modo justifique que sea obligatorio en todos los casos. Evidentemente, si tenemos un perro con problemas (reactividad hacia perros y/o personas, miedo, etc.) no parece muy buena idea que le llevemos suelto en todo momento y en cualquier circunstancia, pero ¿y si no es el caso? ¿que pasa cuando nuestro perro “se comporta” mejor que nosotros mismos? Aun así, en determinados casos, puede ser conveniente llevarle atado, por su propia seguridad, por respeto a los demás…, etc.

Todo depende de como sea nuestro perro, como seamos nosotros, las circunstancias, de las posibles variables inesperadas que puedan aparecer… Como siempre decimos, con los perros no hay reglas universales.

Vale, entonces, los perros deben ir con correa ¿o no?

Nos mojamos: somos los primeros a los que nos gustan los perros y personas “educados” y los que ponemos la correa al perro cuando nos cruzamos con otros perros que la llevan, con personas que no tenemos claro que les gusten, van con bebés, etc., igual que lo hacemos cuando estamos en un entorno que no percibimos como seguro, cuando puede molestar a otros animales, etc.  Son las reglas del juego y nos gusten más o nos gusten menos tratamos de cumplirlas, pero, sobre todo, intentamos aplicar el sentido común…

Por eso mismo, no creemos que deba ser obligatorio en todo momento ni en todo lugar. Se trata de tener criterio, de civismo, de que todos aprendamos a convivir y a saber en qué situaciones nuestro perro debe ir atado y en cuales no) porque no las sepa gestionar, porque sea peligroso para él o para otros perros o personas, etc.) Evidentemente, se debe pedir lo mismo a la otra parte, que también debe aprender a convivir con los perros. Entendemos que haya gente a la que no le gustan o incluso les den miedo, pero ese no nos parece un motivo para que no los dejen ir sueltos. También hay gente a las que no le gustan y/o le dan miedo los hombres rubios y no les atamos por ello… Pero, claro, también es de sentido común que si ves a una persona que tiene miedo a tu perro le llames y/o le pongas la correa antes de que se produzca una situación incómoda o peligrosa para todos…

En España ya se empiezan a ver parques en los que los perros pueden ir sueltos (nos referimos a parques grandes, de uso general, no al típico parque para perros) y conviven “en armonía” con el resto de las personas, playas para humanos en las que hay alguna zona en la que los perros pueden correr libremente, etc. En algunos países del norte de Europa nos llevan años de ventaja en todo esto y es mucho más común por lo que solo tenemos que aprender de ellos para después intentar mejorarlo.

Por lo tanto, no estamos hablando de utopías. Hablamos de cosas que, aunque de forma más limitada y localizada de lo que nos gustaría, ya están funcionando por lo que estamos seguros de que tarde o temprano se generalizarán en muchas otras partes. Pero el camino no será fácil y deberá ir de la mano de un mayor civismo de las personas que comparten la vida con perros, de un mayor conocimiento sobre ellos, etc. Por eso no creemos que, al menos hoy por hoy, todos los perros deban ir sueltos, ni mucho menos. Porque, aunque ellos no sean los culpables, hay perros y circunstancias que generarían momentos incómodos y/o peligrosos para otros perros y personas e incluso para ellos mismos.

Decís que os mojáis pero lanzáis mensajes contradictorios y no me queda claro… los perros deben ir con correa ¿o no? Depende.

Depende del perro, de la persona que le acompañe, del entorno, las circunstancias, etc. y sobre todo depende del grado de madurez que consigamos en la relación con nuestros perros y con el entorno. En nuestra opinión, deberíamos aspirar a que no sea obligatorio llevarla (lo que no tiene por qué implicar que no la llevemos), pero eso no será posible mientras que no aprendamos a relacionarnos mejor con nuestros perros y a respetarnos más unos a otros. Podemos enmascarar los problemas que tenemos con nuestro perro con una correa pero seguirán estando ahí e incluso se incrementarán. Aprender a entender a nuestro perro y a relacionarnos mejor con él es lo único que garantizará que podamos disfrutar de él suelto o atado, al mismo tiempo que el resto de la gente también disfruta de lo que esté haciendo…

Porque recuerda lo más importante…. ¡No te olvides de disfrutar de tu perro!

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