Ni hippies ni happies ¿o sí?

Dogminancia-ni hippies ni happies

Hemos perdido ya la cuenta de las veces que se han referido a nosotros, en tono despectivo, como hippies, happies y otros calificativos similares…

La verdad es que siempre nos ha hecho bastante gracia pero últimamente, pensando en muchas cosas que hemos visto u oído, a raíz de los casos de «ataques» a personas que ha habido en España, nos ha dado por pensar que igual no es tan gracioso…

Porque, al calificarnos de esta forma, solo se intenta desprestigiar, dando a entender que la forma que tenemos de entender la relación con los perros es utópica y no se puede aplicar en la vida real. Nada más lejos de la realidad, valga la redundancia. A continuación, intentaremos dar algunos motivos por los que creemos que no es así:

  • Está basada en el conocimiento. Nos queda mucho por saber sobre los perros y su comportamiento, sus procesos mentales, etc. pero ya se conocen muchísimos aspectos imprescindibles para conocerles y para entender nuestra relación con ellos y, sobre todo, se sabe cual no es el camino a seguir, que ya es mucho…
  • Funciona: ¿requiere esfuerzos? Sí, muchas veces es así, pero funciona. A veces bastará con tocar pequeñas cosas y otras habrá que cambiarlo todo ¿llegaremos a donde queríamos? No siempre, ni en el tiempo que nos gustaría ¿mejoraremos sustancialmente? Sin duda y, sobre todo, conoceremos el problema, entenderemos por qué tenemos que hacer lo que tenemos que hacer y nuestro perro y nosotros seremos más felices (¡¡huy!! Igual sí que somos un poco happies…).
  • Los perros no so son bobos: Nos quieren vender la idea de que los perros son seres que no sienten ni son capaces de tener razonamientos complejos cuando hace años que se ha demostrado que no es así. Y claro, si dices lo contrario ya te tildan de humanizar a los perros, de animalista, loco… y te ponen no se cuantas otras etiquetas. Lo que es irreal es ir contra la ciencia y el conocimiento, no ser capaz de entender que simplemente puede haber seres vivos que no piensen ni sientan como tú, etc. Si te equivocas en esto te equivocas en todo…
  • Importancia del estado emocional del perro: Como hemos dicho en el apartado anterior, los perros piensan, sienten, tienen complejos procesos cerebrales, etc. y, por lo tanto, tienen estados de ánimo, estrés, miedo… Y ésto que algunos obvian es la clave de todo porque ¿de que sirve pasarse la vida intentando conseguir algo de tu perro si éste ni siquiera está preparado emocionalmente para hacerlo? Irreal es no darse cuenta de cuando tu perro no puede abordar algo, de cuando está cansado o asustado. Irreal es no tener empatía o no escuchar todo lo que nuestro perro nos comunica constantemente….
  • El buen rollo siempre gana al mal rollo: ¡¡huy!! Igual sí que somos un poco hippies… Un buen vínculo, las ganas de jugar y hacer cosas contigo, el que tu perro te vea como lo mas maravilloso que hay en el mundo… son cosas que no se pueden conseguir con correcciones, órdenes, golpecitos ni gritos. Y si no lo ves claro pregúntate, por ejemplo,  con que tipo de gente te gusta trabajar o compartir momentos en tu vida. Puedes hacer cosas con alguien que te trate mal, incluso puedes llegar a creer que esa persona te trata bien, pero nunca será igual que con alguien que realmente te trate como te mereces, de forma justa, motivándote y ayudándote para lograr tus objetivos…  Esa es la realidad, lo demás es autoconvencerse y proyectar las propias frustraciones sobre un ser vivo que, paradójicamente, en la mayor parte de los casos, podría defenderse y hasta matarte pero, a pesar de todo, decide no hacerlo y seguir sufriendote cada día…
  • Todo el mundo que gana pasta con ésto a tendido a acercarse a «este modelo»: Salvo sorprendentes excepciones que se han atrincherado en su postura (suponemos que en algunos casos es difícil explicar que lo que llevas vendiendo toda la vida, realmente no es así),  casi todos los adiestradores y educadores caninos se venden de una forma o de otra como adiestradores en positivo, han ido incorporando algunos cambios en sus métodos, etc.  Al menos de fachada porque luego, muchas veces,  profundizas un poco y escuchas cosas tan sorprendentes como «yo utilizo un 70% en positivo y un 30% no» (palabras textuales escuchadas hace muy poco). Decir esto significa no haber entendido o haber querido entender nada porque ese supuesto 30% implica, entre otras muchas cosas, obviar las nefastas consecuencias que las correcciones tienen sobre el estado emocional del perro. En cualquier caso, si todo el mundo dice que adiestra “en positivo”, aunque no sea así, será por algo…

Ya lo ves, no somos ni hippies ni happies o quizás sí, quien sabe. Eso no es lo importante. Lo cierto es que no nos gustan mucho las etiquetas, ni para los perros ni para las personas, porque las etiquetas nos suelen llevar a equivocarnos. Lo que está claro es que no vivimos en un mundo irreal ni hablamos de utopías o quimeras. Hablamos de aprendizaje de conocimientos, de ciencia… luego, por supuesto, todo es opinable y se puede estar mas de acuerdo con unas cosas o con otras, interpretar algo de distinta manera, etc. Pero, lo que, sin ninguna duda, es irreal (que, desde luego, no utópico) es ver un perro sumiso en un perro cagado de miedo, un perro dominante en un perro estresado o pensar que un perro va a entender a base de palos y de malos modos cual es el lugar que alguien cree que le corresponde….

Y recuerda, sé happy, hippie o lo que quieras pero….¡No te olvides de disfrutar de tu perro!

Puedes ver todas nuestras publicaciones siguiendo este enlace.

Bahía, la guapa de la foto, no es hippie ni happie, más bien está triste porque sigue pasando sus días en un chenil y su familia no aparece… Si quieres darle la oportunidad que se merece puedes ponerte en contacto con Hoope.org:

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Dogminancia.com

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo