Cuando nos consultan sobre como solucionar algún problema con un perro, lo mas habitual es ver como, según va avanzando la conversación, una vez que hemos entendido el problema y comenzamos e explicar lo que creemos que habría que hacer, empezamos a notar una lenta pero inexorable tendencia a la desconexión en la otra persona ¿por qué? Porque normalmente las personas esperamos una solución sencilla y rápida para un problema que suele ser “complejo” y que, además, normalmente hemos dejado que fuese creciendo con el paso del tiempo.
Estamos acostumbrados a ver en la televisión como en diez minutos se solucionan problemas muy graves que se han estado intentando solucionar durante años por lo que, generalmente, solo tras haber intentado poner en práctica esas soluciones milagrosas y haber llegado a la errónea conclusión de que nuestro perro es muy difícil o que nosotros somos muy torpes, decidimos probar algo distinto. Pero lo hacemos sin cambiar el chip y sin que ni tan siquiera se nos pase por la cabeza que igual la solución no es tan rápida y fácil como pensábamos… ¿o sí?
Pues depende, pero desde luego no habrá soluciones universales ni botones mágicos que nos sirvan para solucionar todos los problemas ¿Que nuestro perro ladra mucho? Dime que tengo que hacer para que deje de ladrar ¿Que no me hace ni caso cuando le llamo? Dime como tengo que hacer para que venga a mi como un tiro ¿que me rompe el sofá? Que deje de hacerlo ya mismo… Y es entonces cuando comienza el cortocircuito:
¿Por qué ladra? ¿por qué no viene cuando le llamo? ¿por qué rompe el sofá?…. Son las preguntas que tendríamos que responder tras hacer un análisis profundo pues, si nos limitamos a quedarnos en el síntoma, puede que, incluso, consigamos resolver o mitigar el problema, pero es mas que probable que nos vayamos encontrando otros por el camino que, muy posiblemente, serán mas graves de los que queríamos solucionar.
Estamos acostumbrados a tenerlo todo al alcance de la mano, a encontrar soluciones inmediatas para todo, por lo que nos cuesta asimilar que los perros no tengan incorporados botones de encendido, apagado o reset y se nos hace difícil entender que alguien nos diga que, si realmente queremos solucionar algo, no basta con comprar determinado collar o decir un “no” de determinada manera sino que tenemos que acostumbrarnos a pensar de otra manera, implicarnos en la solución, cambiar cosas en nuestro día a día y ponernos a “trabajar” con nuestro perro.
Y nos choca que nos digan cosas como que tanta actividad física no le está haciendo bien a nuestro perro, que ese collar tan bonito está incrementando el problema o que tenemos que dejar de darle ese pienso tan caro que pensábamos que era tan bueno para él… Y es curioso que, a pesar de tener mas que asumido que el sistema empleado hasta entonces no funciona, la mayor parte de las personas empleen mas energía en engañarse a ellos mismos y en intentar convencerse de que lo que hacen es lo mejor que podrían hacer, que en intentar entender el cambio de enfoque y empezar de una vez por todas a solucionar el problema.
Y cuando nos ponemos manos a la obra, normalmente cogemos la parte que “mas nos interesa” para, supuestamente, conseguir una solución rápida, y si nos han dicho que hagamos diez cosas, hacemos tres que, curiosamente, suelen coincidir con las que menos esfuerzo requieren por nuestra parte…. y, claro, siempre tenemos la excusa para decir: hice esto pero no he notado nada de mejoría, al principio noté mejoría pero ahora parece que está volviendo otra vez hacia atrás…, etc.
Entonces… ¿educar a nuestro perro o solucionar un problema con él es fácil o difícil? Depende. Depende de lo que queramos conseguir, del problema que tenga, del esfuerzo que estemos dispuestos a realizar… En cualquier caso, si hacemos lo que debemos hacer, siempre será mas fácil que si no hacemos nada, lo hacemos a medias o lo hacemos utilizando técnicas arcaicas. Pero, recordad: aunque fuese fácil, seguramente no será sencillo, porque los problemas de los perros, como los nuestros, suelen ser complejos y, por lo tanto, deben abordarse como tal, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influir sobre ellos y esforzándonos por no quedarnos en lo superficial y por ver que hay detrás de esos síntomas.
Nuestros perros no incorporan pantallas que nos indiquen su estado ni botones que nos permitan apagar el problema. A cambio, tenemos la posibilidad de mirar a los ojos de nuestro perro, de observarle, de pararnos a analizar cada detalle… ¿mas difícil? ¿mas largo? No lo creemos pero, aunque fuese así, el camino recorrido será infinitamente mas enriquecedor, mas constructivo y, sin duda, mucho mas bonito….
Para finalizar, debemos aclarar que esta publicación no pretende ser una crítica (difícilmente podría serlo cuando hace no demasiado tiempo, éramos nosotros los que sufríamos y hacíamos sufrir a nuestros perros con este error de planteamiento) este artículo pretende ser un empujoncito para mucha gente que todavía está anclada en un lugar que, seguramente, no les corresponde y, para ello, queremos también recordar que hay muy buenos profesionales que os pueden ayudar a ver mas fácil lo que ahora veis muy difícil. Algunos de ellos tienen nuestra eterna admiración ya que, no solo cuentan con amplia experiencia y conocimientos sobre perros, sino que también los tienen sobre las personas que, como hemos visto, son las que suelen tener la llave para cambiarlo todo…
Y recuerda lo más importante…¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!
En este enlace puedes consultar todas nuestras publicaciones.
Kay solo quiere que alguien le enseñe esas cositas fáciles que solo se hacen difíciles cuando no se tiene un hogar. Si quieres darle la oportunidad que se merece, puedes ponerte en contacto con Hoope:
- Si quieres adoptar o acoger a uno de sus animales (http://hoope.org/adoptar/), escribe a cpa.torrejon@hoope.org poniendo en el concepto “nombre del animal”
- A partir de 10€ al mes puedes apadrinar http://hoope.org/padrinos/
- Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte teamer: https://www.teaming.net/asociacionprotectoradeanimaleshoope
- A partir de 6€ al mes puedes hacerte socio: http://hoope.org/es/alta-socios/
- Si quieres realizar un donativo puedes hacerlo en:
> BANCO SABADELL: ES74 0081 7126 3800 0124 8130
> ING DIRECT: ES87 1465 0100 9719 0022 3223
> PAYPAL: info@hoope.org