El paseo es para el perro

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Esta misma semana una persona nos comentaba los problemas que tenía con su perro ya que, desde su punto de vista, no eran capaces de que “diese un paseo en condiciones”. Según decía, el perro se portaba muy bien en casa pero en la calle “era un demonio”. “Quiere marcar en todos los árboles, en todas las esquinas…, va de una esquina a otra de la calle, tira todo el rato de la correa… y además no le puedo soltar porque hace lo que le da la gana!!”.

Esta persona nos comentaba como tenía que tirar constantemente de la correa para que su perro se mantuviese junto a ella. “Pasear con él, es un suplicio”, nos contaba. ”Todo lo quiere oler, a todos los perros quiere saludar…”

“De todo lo que me has contado, lo único malo que veo son los tirones que le das a la correa”, le dije. Su cara de perplejidad e indignación fue todo un poema.

Creemos que esta persona no quedó muy conforme con nuestra explicación pero, que un perro huela todo lo que le apetezca, que se quiera dirigir hacia aquello que le llama la atención, etc. no solo no es malo, sino que es lo más natural. Lo que realmente es malo es que tanta gente salga a pasear con su perro para luchar contra él, basándose en creencias totalmente erróneas y dañinas para la relación perro/humano como que nuestro compañero de vida debe caminar junto a nosotros constantemente.

No es acertado ni inteligente salir a pasear con nuestro perro con el objetivo de cansarle, someterle o llegar lo antes posible al punto X. Se supone que el paseo es su momento. Entonces ¿por qué nos empeñamos en hacerlo “nuestro” y lo convertimos en un sufrimiento para él y para nosotros?

Cualquiera que lo piense un poquito será capaz de ver lo absurdo de la situación: impedimos a nuestro perro hacer lo que quiere porque queremos tenerlo controlado y porque tenemos que llegar lo antes posible al sitio que nosotros hemos elegido para que “se socialice, se canse, se relaje… (y todas esas cosas que se suelen decir)”. Pero, por el camino, no hacemos más que frustrarnos porque nuestro perro se para, intenta dirigirse hacia cualquier cosa, echa la nariz al suelo para olfatear, etc.). Por supuesto, toda esa frustración se la trasladamos a nuestro perro, que cada vez estará más estresado…. Mientras tanto, a nosotros se nos siguen ocurriendo las más creativas formas de “relajar al perro” (cintas de correr, obligarle a correr al lado de la bicicleta, artilugios para tirarle más y mejor la pelota, etc.) o de someterlo y controlarlo (collares de ahorque o de descargas, correas cortas, “premios”…) ¿no os parece que nos estamos complicando un poco la vida?

Como decíamos, el paseo es para el perro y, aunque cada perro, cada persona y cada entorno son un mundo, podemos asegurar que sería mucho más útil para conseguir que nuestro perro esté relajado, dejarle oler libremente, pasear sin prisas y sin agobios, etc. que tratar de socializarle a toda costa,  “cansarle”, intentar que nos obedezca en todo momento, etc.

Muchos perros se pasan las horas en casa, solos, sin ningún tipo de compañía y solo tienen dos o tres momentos al día en los que pueden salir a la calle y relacionarse con otros perros, percibir otro tipo de estímulos, etc. Esclavizarlos en esos momentos, no solo es dañino y cruel sino que es totalmente inútil porque conseguimos justo lo contrario de lo que buscamos.

Si de verdad quieres que tu perro se relaje, déjale ser el mismo, comparte momentos de calidad con él y aprende a mostrarle, sin imposiciones y en las situaciones que corresponda, lo que esperas de él. Es entonces cuando el paseo empezará a dejar de ser tuyo o suyo y pasará a ser vuestro…

El paseo es para el perro pero recuerda lo más importante….¡No te olvides de disfrutar de tu perro!

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Pula, la perrita de la foto, está deseando que alguien la saque a pasear todos los días. Si quieres darle la oportunidad que se merece, puedes ponerte en contacto con Hoope.org:

2 comentarios

  1. Excelente informe .
    Yo antes salía a correr con mis perros . Después me dí cuenta que mis perritos no terminaban de disfrutar el paseo por tratar de seguir mi carrera , no tenían tiempo de olfatear y tampoco de investigar el mundo .
    Tampoco yo podía correr con mis tiempos y mis objetivos por tratar de cuidarlos .
    Cada uno tiene su momento de diversión : mis perros el suyo y yo el mío .
    Gracias !

    1. Muchas gracias por el comentario, Alberto.

      Es un gran ejemplo el que pone. Hay perros que disfrutan corriendo al lado de las personas que conviven con ellos pero lo más habitual es que pase lo que usted dice y el perro sufra porque quiere hacer “cosas de perro” y el humano lo haga porque empeora sus tiempos, no se puede concentrar cien por cien en lo que está haciendo, etc.

      Muy ilustrativo de lo que queríamos decir en la publicación. Muchas gracias de nuevo!!

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