Dime que temes y te diré como será tu perro

Muchas veces, las personas tenemos una idea totalmente equivocada sobre como es nuestro perro, los comportamientos que tiene, los problemas que creemos que nos puede generar, etc. y ésto, que parece inocuo, no solo no lo es sino que muchas veces acaba agravando esos problemas o, directamente, generándolos. En definitiva, muchas veces acabamos fabricando ese perro que tanto tememos…

Por ejemplo, hay gente que piensa que su perro está obsesionado por la comida y, como tiene miedo a que le genere algún problema, empieza a evitar que su perro le vea con comida en la mano, a encerrarle cuando come, a decirle a la gente que no coma delante de él o a tenerlo controlado en todo momento cuando se dan esas situaciones… y al final el perro acaba siendo exactamente como pensábamos que era: tenso, estresado, ansioso, con miedo a las reacciones de la gente, etc. cada vez que hay o cree que hay comida de por medio…

Otras veces la gente tiene miedo a que su cachorro se acostumbre a tirar de la correa y le empiezan a dar tirones, para que se mantenga junto cada vez que éste se aleja, le gritan cuando se adelanta, etc. y entonces el cachorro empieza a sufrir estrés a relacionar esos tirones, con el resto de perros, etc. y acaba tirando de la correa, no solo de cachorro, cuando es aún mas natural que el perro quiera llegar a todo aquello que le interesa, sino hasta el fin de sus días…

También vemos a gente que, por miedo a tener algún problema, aparta a su perro, tira de la correa, le reprende, etc. cuando éste se intenta acercar a un niño. Y, en el mejor de los casos, transcurren los años sin que el perro haya tenido oportunidad de acercarse a esos niños a los que acaba teniendo miedo y ante los que, según el caso, acaba bloqueándose, huyendo o defendiéndose….

Muy habitual, también, es ver a personas con perros pequeños que en cuanto ven que se le va a acercar un perro mas grande, los levantan tirando a toda prisa de la correa como si fuesen un yo-yó (por supuesto, con muchos nervios y gritando mucho). Todo ello,  con la mejor intención y con la idea de proteger al perro… Y al final, claro, cada vez que ven venir un perro, las pobres criaturas entran en pánico, anticipando la que se le viene encima…

Otro caso muy frecuente es el de ese perro que un día tuvo «un enganchón» en el parque de perros y, claro, la persona que le acompañaba cogió miedo y, cada vez que creía que su perro se iba a enzarzar con otro perro, le corregía, gritaba, tiraba de la correa, etc. y, con su intervención, fue consiguiendo que su perro reaccionase exactamente de la forma que quería evitar….

Podríamos poner miles de ejemplos (personas que temen que sus perros se les escapen, que les rompan cosas en casa, que ladren, PPPs que, en origen, solo son potencialmente peligrosos en las cabezas de las personas, etc.). Tendemos a proyectar en nuestros perros nuestros temores y ellos, que nos observan e intentan traducirnos constantemente, los absorben, muchas veces sin que, ni siquiera seamos capaces de darnos cuenta…

Como se suele decir, el miedo es libre, pero, ojo, si no queremos ser nosotros el origen de los problemas de nuestro perro tengamos cuidado con lo que proyectamos en él. Aprendamos a tener calma ante eso que nos da miedo y acostumbrémonos a mostrarles, con serenidad, lo que queremos de ellos en esas situaciones en lugar de reprenderles, sobreprotegerles, etc. Conseguir ese autocontrol y esa capacidad de análisis, requiere un poco de esfuerzo, pero ahí estará la diferencia entre fabricar al perro que temes o ayudar (o simplemente dejar) a tu perro a ser el perro que puede llegar a ser….

Y recuerda lo mas importante… ¡¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!!

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Cedric, el perrete de la foto, Necesita una familia que no le transmita más temores sino que le traslade amor, ganas de vivir, disfrutar…. Si quieres darle la oportunidad que se merece, puedes ponerte en contacto con Hoope.org: