Protege a tu perro

Muchas veces, hemos hablado de la necesidad de dejar pensar y actuar a nuestros perros libremente y de como nuestro exceso de intervención, la mayor parte de las veces, no solo no ayuda a solucionar los problemas sino que suele empeorarlos.

Sin embargo, resulta curioso que con tanta intervención por nuestra parte justo cuando nuestros perros necesitan que lo hagamos y les echemos una pata, sea cuando les dejemos solos ante el peligro presuponiendo que ellos mismos van a ser capaces de resolverlo todo…

Ejemplo: llevas a tu perro al parque y ves a un grupo de personas con sus perros. Vas hacia ellos porque te han dicho que es muy importante que socialices a tu perro y por el camino, tu perro te va enviando señales de que no le apetece un pelo acercarse a ese grupo pero tú no te enteras de nada y sigues avanzando hacia ellos tirando de la correa. Has intervenido provocando que tu perro se acerque a un grupo al que nunca se hubiese acercado por si mismo (al menos de esa manera) y que no pueda comunicarse con los otros perros como hubiese hecho sin tu intervención por lo que tu perro entra en el grupo nervioso y completamente sobrepasado y el resto del grupo empiezan a perseguirle, a montarle… mientras tu perro intenta refugiarse entre tus piernas confiando en que le saques del aprieto. Y tú. que con tu intervención, has provocado toda esa situación dices en alto provocando que todo el grupo se ría: » ¡¡¡Aaay Cucky que cagado eres, de verdad, venga, a correr!! Mientras le vuelves a empujar al grupo de perros para que sigan apabullándole. Al final tu perro acabará defendiéndose de alguno de esos perros, huyendo hacia la carretera, tumbado en el suelo mientras le dan «su merecido»… y, como siempre, pensarás que la culpa es de tu perro cuando tú has sido el único culpable de todo…

Como siempre decimos, deberíamos aprender a observar a nuestros perros y a «escuchar» los mensajes que nos mandan tanto para no meterles en situaciones que no quieren o pueden afrontar como para sacarles de aquellas que no pueden o saben gestionar. Lo mismo deberíamos hacer para identificar cuando nuestro perro está molestando a otro: deberíamos sacarle de allí para proteger al otro perro y para, también,  «proteger» y enseñar al nuestro, en una situación que no está sabiendo manejar y en la que, por lo tanto, también está sufriendo, aunque sea indirectamente.

Las personas buscamos psicólogos, coaches, entrenadores personales, profesores particulares etc. para que nos guíen, nos ayuden a conocernos mejor, mejorar nuestro autocontrol, gestionar momentos o situaciones que no sabemos manejar, mejorar en el día a día, etc. Es curioso que a pesar de ello pensemos que nuestros perros tienen mas capacidad que nosotros para autocontrolarse y soportar y gestionar todo, incluso cuando son situaciones o circunstancias en las que les hemos metido nosotros…

Por otra parte, hemos hablado muchas veces de la necesidad de ser un buen guía o referente para nuestro perro ¿creéis que lo seremos si les metemos en situaciones que no saben gestionar y cuando nos piden que les echemos un cable, les ignoramos? Son esos pequeños detalles los que pueden ir quebrando el vínculo con nuestro perro y su salud emocional y los que a la larga nos podrán generar problemas…

Así que, ya sabes, protege a tu perro de las situaciones que no puede afrontar o gestionar, aprende a «escuchar» lo que te dice y preocúpate de no ser tú quien le meta en esas situaciones. Sin ninguna duda, la seguridad y confianza de tu perro mejorarán y, con ello, tu relación con él.

Como siempre decimos, hay grandes profesionales que te pueden ayudar en todo este proceso de entender mejor a tu perro y aprender a relacionarte mejor con él. Pero por favor, si decides hacerlo y no quieres que el remedio sea peor que la enfermedad, busca uno cuyo método esté basado en el conocimiento del perro (comportamiento, psicología, aprendizaje, etc.) en y el trato amable hacia él…