¿Tus conflictos familiares afectan a tu perro?

Ya hemos hablado muchas veces del estrés en los perros y de como nuestras ajetreadas vidas, nuestra distinta forma de comunicarnos y la falta de sensibilidad que muchas veces tenemos con nuestros compañeros de vida, les afecta en el día a día.

Esta vez hemos decidido escribir sobre un tema muy concreto, que afecta a muchos peludos, así como a los humanos que les rodean sin que, muchas veces, estos últimos lleguen, ni tan siquiera, a pensar que los pequeños o grandes conflictos que tienen en casa puedan ser el origen o el agravante de muchos «problemas de conducta» que tienen sus perros.

Por mucho que nos hayan inundado con la idea de que los perros son lobos disfrazados, con los que hay que tener mucho cuidado porque en cuanto nos descuidamos intentan dominarnos a nosotros y al resto del planeta o que se encuentran constantemente inmersos en una especie de guerra mundial en la que todos quieren ser dominantes y nuestro trabajo consiste en hacerles entender que es mejor para ellos ser sumisos, los perros odian los conflictos y no tienen ningún interés en quedar por encima de nadie ni, mucho menos, de demostrar quien es el que manda.

Y, así dicho, puede parecer algo sin importancia pero cuando uno sabe que un perro sano y equilibrado tirará de todos los recursos que tenga a su alcance antes de enfrascarse en una pelea con nadie, es fácil entender (o debería serlo si tenemos un mínimo de empatía) que a los perros les inquieten nuestras discusiones y/o conflictos de una forma tan clara aunque, muchas veces,  no tan evidente….

Obviamente, los perros, igual que nosotros, tienen que aprender a convivir con el estrés pero también es verdad que ellos son aún mas sensibles a la contaminación acústica, los movimientos acelarados, etc. porque oyen, ven, huelen…. y, sobre todo, perciben todo de forma muy distinta a la nuestra. Cuando un perro ve, oye, etc. a dos o mas personas que se están peleando o tienen una disputa o una discusión, sufren, y si esas discusiones, esa tensión, etc. se mantienen en el tiempo, el nivel de estrés de nuestro perro subirá, irremediablemente, pudiendo aparecer signos físicos y/o problemas de comportamiento que, aunque muchas veces no seamos capaces de hacerlo, estarán muy relacionados con este incremento en el nivel de estrés.

Algunas personas nos dicen que, cuando discuten o incluso cuando hablan mas alto de lo normal o de una forma mas agitada, sus perros hacen cosas graciosas, curiosas, etc.: perros que se van a otra habitación, perros que se sientan, perros que se empiezan a mover inquietos, que ladran… y un largo etcétera de comportamientos mas o menos evidentes, según el ojo que los observe (normalmente nos dicen que su perro se enfada cuando discuten, que es muy listo y se va para no oirles, etc.). Otras veces, no es tan evidente pero de repente un día el perro empieza a rascarse mas de lo habitual, empieza a romper cosas, a estar mas irascible, mas inquieto, aparentemente mas cariñoso… y otro largo etcétera de síntomas que no hacen mas que decirnos que nuestras discusiones o nuestros pequeños o grandes conflictos en casa le están preocupando mas a nuestro perro que a nosotros mismos.

Cuando discutes, tu perro no te entiende, no sabe lo que está pasando, pero sabe que hay un conflicto y eso es algo que no le gusta, le inquieta y le genera estrés. A estas alturas de esta publicación mas de uno estará pensando que bastante tiene con sus problemas y con los conflictos que tiene en casa como para, además, preocuparse por lo que sienta su perro. Desde luego, no es un buen pensamiento. Nuestros perros son (o deberían ser) uno mas de la familia y saber, que nuestros conflictos les perjudican, no debería ser mas que otro aliciente para intentar solucionarlos de otra forma y de paso convertirnos en mejores personas….

Y recuerda lo mas importante…. ¡¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!!

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