¿Que método es mejor para educar a mi perro?

Desde que empezamos a publicar artículos con el objetivo de ayudar a la gente a entender mejor a su perro, hemos recibido algunos comentarios (pocos, pero generalmente muy «ruidosos» y con muy malas formas) en los que se nos decía que pensábamos que «todo se podía arreglar con chuches», que «todos los perros son unos happies»… o en los que se nos recordaba que «hay razas que requieren firmeza y mano dura porque si no luego vienen los problemas».

Y aunque tenemos muy claro cual es el camino a seguir, nos gusta reflexionar sobre las cosas, mas aún cuando nuestra opinión la hacemos pública y es leída cada semana por miles de personas. Y pensando, pensando… hemos llegado a la conclusión de que para saber que método es mejor para educar a un perro, lo primero que tenemos que hacer es definir el significado de educar: Según la RAE, educar es dirigir, encaminar, doctrinar, enseñar buenos usos de cortesía y urbanidad, perfeccionar los sentidos…. y otras definiciones similares que podéis ver vosotros mismos pero entre las que, por supuesto, no hay ninguna referencia al castigo, al miedo, al uso de la fuerza, etc.

Por lo tanto, le pese a quien le pese, hay ciertos métodos que no se pueden incluir bajo el paraguas de la educación canina. Serán otra cosa, mejor o peor, con mayor o menor éxito pero no serán educación canina.

¿Y dentro de la educación canina que método es el mejor? Positivismo, constructivismo… Cada vez hay más corrientes y más debate pero, sinceramente, a nosotros nos da un poco igual. Tenemos nuestras preferencias, como todo el mundo pero, elijas el que elijas, es educación…y si es educación, nos vale. Nos da igual la etiqueta que se le ponga, siempre que haya algo de valor que la acompañe (conocemos, por ejemplo, «profesionales» que se anuncian como «adiestramiento en positivo» cuando de positivo tiene mas bien poco, por no decir nada). Porque habrá gente que utilizando un sistema consiga muy buenos resultados y habrá gente que no sea capaz de ejecutar con el mismo éxito  ese sistema y, sin embargo, puede llegar al mismo nivel de resultados utilizando uno diferente. Si es educación y está basada en el respeto y el conocimiento del perro, a nosotros nos vale.

Y aquí es donde entramos en el otro punto importante de esta publicación. Si hablamos de educación canina, una vez que ya hemos definido lo que es educación, no se nos puede olvidar lo mas importante: los perros. Podemos utilizar el método que queramos pero siempre desde un principio fundamental: la base es el perro y el conocimiento del mismo. Por mucho que sepamos el significado de la palabra educación,  difícilmente podremos ponerla en práctica si cuando educamos perros no les conocemos y les tratamos como lo que son (ojo, que muchas veces cuando se dice que hay que tratar a los perros como perros y se habla de no humanizarlos, implícitamente se habla de tratarlos mal, de hacerles entender que son inferiores,etc. Nosotros no hablamos de eso). Para conocer a los perros y poder educarles correctamente deberíamos tener nociones básicas sobre cómo aprenden, cómo funciona su sistema nervioso, como se comunican, sobre nutrición, veterinaria, razas…etc.

¿Y entonces que método es mejor para educar a mi perro? En nuestra opinión, no existe un método mejor o peor ni deberíamos poner nunca la etiqueta de «educación canina en positivo» (aunque muchas veces, para entendernos, utilicemos el término), porque, como hemos visto, toda educación canina, por definición, debe ser en positivo. Así que déjate de etiquetas: respeta a tu perro como lo que es, infórmate sobre que necesidades tiene, conócele bien y utiliza el método que mas te guste o aquel con el que mejores resultados obtengas… tu perro no te juzgará por el método, ni por los resultados obtenidos. Tu perro te juzgará por el camino andado junto a él y por la forma en la que lo hagas. Y sí, es muy importante como te juzgue tu perro. No lo dudes: podrás saber mucho sobre educación y/o podrás saber mucho sobre perros pero si no eres capaz de conseguir que tu peludo elija recorrer contigo ese camino, nunca serás un buen educador canino.

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Y recuerda lo mas importante…. ¡¡¡No te olvides de disfrutar de tu perro!!!