Todos pensamos que respetamos a nuestros perros porque les queremos e intentamos tratarles de la mejor forma posible. De hecho, si miramos los datos de lo que las personas nos «gastamos» en el bienestar de nuestros compañeros de cuatro patas (juguetes, correas, comida, veterinario…) podemos deducir que, para la mayor parte de las personas que comparten su vida con un perro, éstos son una parte muy importante de ella. Pero ¿realmente les respetamos? ¿Nuestra presencia les aporta bienestar o se lo resta? Como no podemos preguntárselo a ellos, intentaremos hacer un ejercicio de empatía y ponernos un en su lugar.
Cuando uno se pasa la mayor parte de las horas del día pensando en perros, observándoles y analizándoles (a ellos y al entorno que les rodea) en seguida se da cuenta de la cantidad de «agresiones» que un perro medio tiene que soportar a lo largo de un día normal. Y, sin embargo, los perros, en otra muestra de adaptación y de bondad hacia nosotros, parecen desenvolverse por nuestro mundo como si nada.
Pero las «agresiones» están ahí y les afectan. Aunque parezca que no, les generan problemas, principalmente relacionados con el miedo y el estrés que tantas veces hemos mencionado. Dejando a un lado el maltrato o violencia a hacia ellos, de los que todos somos conscientes, estos son algunos ejemplos de «agresiones» que un perro tiene que soportar a lo largo de un día cualquiera y que, generalmente, pasan desapercibidas:
- Agresiones olfativas: Como hemos comentado en alguna ocasión, el olfato es el sentido mas desarrollado de los perros, siendo, por supuesto, mucho mas sensible que el del ser humano por lo que os podéis hacer una idea de como les pueden afectar los ambientadores, perfumes, productos de limpieza, etc. tan presentes en nuestro día a día. Es difícil luchar contra esto pero, si queremos cuidar el bienestar de nuestros perros, al menos en nuestras casas deberíamos hacer todo lo posible para sustituir los productos mas agresivos por otros mas amables con ellos.
- Agresiones visuales: La vista es su sentido mas utilizado y es especialmente sensible a los movimientos rápidos por lo que es fácil darse cuenta de como les afecta nuestro día a día: coches, bicicletas, gente corriendo en todas las direcciones…. incluso en nuestra propia casa ¿os habéis dado cuenta que vuestro perro se sobresalta, por ejemplo, cuando os levantáis rápido del sofá para hacer algo? Deberíamos acostumbrarnos a movernos mas lentamente delante de ellos y a ponernos mas en su lugar para entender como les afectan nuestras ajetreadas vidas (mas de uno dirá, y con razón, que esto también nos afecta a nosotros. La diferencia es que las personas podemos elegir, en mayor o menor medida, mientras que ellos no) .
- Agresiones auditivas: Petardos, cláxones, obras, aplausos… Es también difícil luchar contra todo esto pero al menos deberíamos esforzarnos por conseguir pequeños avances y empezar por lo mas fácil: evitar en la medida de lo posible los golpes, gritos, etc. en nuestra casa ya sería un cambio importante. Paralelamente podemos ayudar a nuestros perros para que estas agresiones sean mas llevaderas siendo un referente de calma para ellos y, siempre que adoptemos un nuevo perro, acostumbrándole a estos ruidos de forma progresiva.
- Agresiones táctiles: Es algo que normalmente pasamos por alto pero ¿habéis pensado alguna vez lo que supone para el perro que le sobemos siempre que nos apetezca sin importarnos el momento ni lo que él quiera? Cuando alguien ve a un perro lo normal es que, con toda la buena intención del mundo, le acaricie la cabeza (aproximándose directamente, haciéndolo desde arriba, con mucha intensidad, dándole golpecitos, sin fijarse en ningún momento en si le está gustando o si le está molestando…), si el perro está descansando nos acercamos a acariciarle también sin importarnos que se sobresalte, cuando tenemos un cachorro guapo, todo el mundo se lo pasa de mano en mano y los niños se arremolinan alrededor él mientras todos le acarician a la vez, etc. Todo esto, que está tan integrado en nuestro día a día, puede ser un auténtico suplicio para nuestro perro.
- Otro tipo de agresiones: Constantemente invadimos su espacio, tiramos de la correa, les recriminamos, les exponemos a situaciones que no les gustan o les ponen nerviosos (transporte, veterinario, relaciones forzadas con personas o con otros perros, viviendas o estancias poco aptas para ellos, etc.). Hay situaciones que son inevitables, pero en estos casos al menos deberíamos intentar minimizar el daño, transmitirles tranquilidad e intentar que la situación dure lo menos posible.
Al empezar a leer este artículo, cada persona habrá respondido de forma diferente a la pregunta que nos hacíamos. Yo personalmente intento eliminar este tipo de agresiones de la vida de los perros que me rodean pero soy consciente de que todavía puedo hacerlo mucho mejor. Me gusta pensar en la idea de que el futuro será mejor, tanto para las personas como para los perros, algo que creo que solo se puede conseguir con pequeños o grandes cambios en cada uno de nosotros y con educación a los mas pequeños, que son los que de una forma mas lenta pero también mas segura pueden cambiar el mundo (en dogminancia.com ya estamos pensando en pequeños proyectos que esperamos salgan adelante y ayuden a mejorar el trato y el entendimiento de nuestros perros).
Seguro que todo el que haya llegado hasta aquí respeta a su perro pero también es seguro que, igual que yo, todos podríais hacerlo un poco mejor. Muchos pensaréis que es una tonteria o que no merece la pena realizar el esfuerzo pero yo no he conocido ni un solo perro que no me haya devuelto con creces cualquier pequeño esfuerzo que haya hecho por él ¿y vosotros? En esta ocasión respondo yo y estoy seguro de no equivocarme: vosotros tampoco.
Y recordad lo más importante…. ¡¡¡No os olvidéis de disfrutar de vuestro perro!!!
Muy valiosa la información, gracias!
Muchas gracias!!